Ingredientes:
- 1 taza de arroz blanco crudo.
- 1/3 de taza de verdura (zanahoria, choclo, chícharo, etc)
- 1/4 cebolla mediana.
- 1 ajo.
- 1 tomate bola o una cucharada de pasta de tomate
- 1 taza de caldo de pollo o res.
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1 cucharada de aceite.
Instrucciones:
Coloca el arroz crudo en un colador fino y enjuágalo debajo del chorro de agua, moviéndolo constantemente con la mano, hasta que el agua salga transparente. (Este paso le quita el almidón que se encuentra en el exterior de los granitos de arroz, haciendo que al cocerse cada granito permanezca intacto y no se pegue.) Escúrrelo perfectamente para quitar toda el agua que se pueda.
Coloca el trozo de cebolla, el diente de ajo, el tomate y la pasta de tomate, el caldo y la sal en el vaso de una licuadora. Procesa hasta obtener una mezcla homogénea. Una vez licuado, midelo para que cheques que tienes dos tazas de líquido. Vas a necesitar exactamente dos tazas (medio litro) de mezcla, así es que si al medirlo faltara, agrega más caldo hasta completar las dos tazas.
En una olla mediana calienta el aceite sobre fuego mediano. Vierte el arroz (enjuagado y bien escurrido) al aceite y fríelo, moviendo frecuentemente para que no se pegue, hasta que la mayoría de los granos de arroz se hayan dorado. Este paso requiere de bastante vigilancia para que no se queme.
Cuando el arroz se vea dorado, vierte las dos tazas de mezcla a la olla. Muévelo una sola vez para que el arroz se separe y quede distribuido en el caldo. Cuando el caldo empiece a hervir, baja un poco la llama, tapa la olla y permite que se cueza suavemente durante aproximadamente 15 minutos sin moverlo ni destaparlo.
Al cabo de este tiempo, revisa el arroz: destapa la olla y mete una cuchara al arroz de tal manera que puedas ver el fondo de la olla. Si ya se consumió todo el agua y el arroz está suave y esponjoso, ya está. Si aún se ve un poco de agua en el fondo, vuelve a tapar la olla y deja que se cueza unos cuantos minutos más.
Ya que esté cocido, apaga la llama y permite que el arroz repose (tapado y dentro de la misma olla) durante unos 20 minutos; en este ratito se terminará de cocer y esponjarse.
Finalmente, destapa la olla y mueve el arroz suavemente con un tenedor para “esponjarlo.
Coloca el trozo de cebolla, el diente de ajo, el tomate y la pasta de tomate, el caldo y la sal en el vaso de una licuadora. Procesa hasta obtener una mezcla homogénea. Una vez licuado, midelo para que cheques que tienes dos tazas de líquido. Vas a necesitar exactamente dos tazas (medio litro) de mezcla, así es que si al medirlo faltara, agrega más caldo hasta completar las dos tazas.
En una olla mediana calienta el aceite sobre fuego mediano. Vierte el arroz (enjuagado y bien escurrido) al aceite y fríelo, moviendo frecuentemente para que no se pegue, hasta que la mayoría de los granos de arroz se hayan dorado. Este paso requiere de bastante vigilancia para que no se queme.
Cuando el arroz se vea dorado, vierte las dos tazas de mezcla a la olla. Muévelo una sola vez para que el arroz se separe y quede distribuido en el caldo. Cuando el caldo empiece a hervir, baja un poco la llama, tapa la olla y permite que se cueza suavemente durante aproximadamente 15 minutos sin moverlo ni destaparlo.
Al cabo de este tiempo, revisa el arroz: destapa la olla y mete una cuchara al arroz de tal manera que puedas ver el fondo de la olla. Si ya se consumió todo el agua y el arroz está suave y esponjoso, ya está. Si aún se ve un poco de agua en el fondo, vuelve a tapar la olla y deja que se cueza unos cuantos minutos más.
Ya que esté cocido, apaga la llama y permite que el arroz repose (tapado y dentro de la misma olla) durante unos 20 minutos; en este ratito se terminará de cocer y esponjarse.
Finalmente, destapa la olla y mueve el arroz suavemente con un tenedor para “esponjarlo.
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